martes, 25 de enero de 2011

Lost. Ahora, La Enciclopedia


Uno de los regalos que me cayeron en los pasados Reyes fue “Lost. La enciclopedia” y ansiosa de mi, no he tardado en hincarle el diente. A día de hoy, pese a que sólo llevo leída una décima parte del libro, ya tengo formada una primera impresión al respecto.


El principal punto fuerte es básicamente que se trata de la enciclopedia oficial, y por tanto, la información no son elucubraciones de fans, si no detalles 100% fieles a la historia. En ella podemos encontrar artículos sobre los más variados objetos que aparecen la serie, capítulos sobre los personajes principales o incluso sobre los muy secundarios que casi nadie recuerda de memoria. Además todo se explica desde un punto de vista original, desde dentro de la serie. Así, por ejemplo, de la Roca Negra se escribe que “hay registros que indican que se trataba de una fragata de madera”, lo que hace que no pueda evitar sonreír ante este tipo de frases. Cualquiera diría que los protagonistas consultaban este libro cuando “se perdían”.


Pero si nos basamos en la cantidad de información que contiene, realmente la lostpedia, la enciclopedia online más conocida de la serie, la supera de calle. Ahora, tal y como se explica en el prólogo, escrito por Carlton Cuse y Damon Lindelof, lo más interesante de este libro es que está escrito con los datos con los que se movían los guionistas (la famosa “biblia” de la serie). Y copiando el paralelismo que ellos utilizan, si la serie es un iceberg, nosotros sólo hemos podido visionar la parte que sobresale del agua y aquí podemos encontrar también lo que queda debajo de ella, esa parte que se presupone en la serie pero que nunca se explicó de forma explícita. No se trata de respuestas a grandes preguntas, ni siquiera datos que cambien la percepción de la historia, si no pequeños detalles que aclaran algunas lagunas de la historia. Partiendo de ello he podido saber que quién decidió hacer la Purga fue Charles Widmore (y no Ben, aunque colaboró, obviamente, y mató a su padre) debido a que los miembros de Dharma se saltaban las condiciones de la tregua día sí, día también; cuáles eran las famosas reglas entre el propio Widmore y Ben; el papel exacto que ocupó Annie en la vida de Linus; o que absolutamente todas las apariciones del padre de Jack eran en realidad del Hombre de Negro. Yo, amante de los detalles, agradezco esta información, aunque ciertamente no dejan de ser cosas que más menos se pueden sobrentender en la misma serie, pero que nunca viene mal confirmar. Por tanto, si eres alguien para quien la serie acabó el 23 de mayo y no deseas saber más, es posible que no te guste que te cuenten o afirmen esas cosas ahora y podrás seguir viviendo “tranquilo” sin saberlo, ya que no te pierdes nada fuera de lo normal. Ahora, para personas curiosonas como yo, les satisfará poder encontrar entre un resumen de personajes y objetos importantes de la serie, detalles que no conocía. Da la sensación que Lost no acabará nunca, que siempre quedará algo por saber y llamadme masoca, pero eso es algo que me encanta. Supongo que es lo que tiene echar de menos una ficción de esas dimensiones.


Pese a todo, la enciclopedia también tiene ciertos fallos. Para empezar el “presunto” orden alfabético de su contenido. Resulta que para no variar el diseño de las páginas originales, han decidido conservar el orden inglés, pero poniendo los nombres en castellano, lo cual es un lío para encontrar según que artículos. Quizás hubiera sido mejor por lo menos poner los nombres en inglés y en paréntesis en castellano, para que todo siguiera una lógica. Por ejemplo, si buscas el artículo sobre la Roca Negra, lo tienes que buscar por la B de “Black Rock”. Al final del libro hay un índice que te ayuda a localizar dónde está cada cosa, pero al principio resulta extraño ese “orden alfabético”.


En segundo lugar he encontrado ciertos errores “históricos” de la serie. Por ejemplo, en uno de los artículos dice que el accidente se produjo el 22 de septiembre del 2005 (!!!!!) o se califica de “años” y no días o semanas el tiempo transcurrido entre el momento en que Richard quiso suicidarse con dinamita en la Roca Negra y cuando Hurley hizo estallar por los aires el barco. Son gazapos que cantan un poco y no sé si la culpa es de los traductores, que se les fue la mano (aunque en una fecha hay poco que traducir...), o en el original ya aparecían. Sea como sea, esperaba una edición algo más cuidada en estos aspectos.


Para finalizar, debo decir que éste es el primer libro que leo que sigue las nuevas normas ortográficas de la RAE (esas que no acentúan el “éste” que he escrito hace un momento, o el “sólo”). Cada vez que leo una palabra de éstas (sí, soy del grupo rebelde que seguirá acentuándolas) me dan ganas de llamar a la RAE y preguntarles qué se han tomado para canviar las normas ortográficas. Bien, este punto no es culpa de nadie relacionado con el libro pero como dicen en el programa satírico catalán Polònia: “Ho sento, però algú ho havia de dir” (Lo siento, pero alguien tenía que decirlo).


En definitiva, dejando de lado estos últimos puntos, tengo que decir que la lectura está siendo satisfactoria y divertida, y me está dando ganas de revisionar la serie para poder fijarme en esos nuevos detalles que la enciclopedia me ha aportado. Si alguien más se anima a leerla, ya me dirá que le parece.


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