lunes, 1 de marzo de 2010

La sexta de "El Internado": El puente hacia el final

La sexta temporada de “El Internado” acaba esta noche y a falta de saber lo que pase en este capítulo, es un buen momento para hacer balance. Y es que el sabor de boca final es un tanto agridulce... Ha habido ciertos detalles que han enturbiado esta temporada. A continuación expongo algunos de ellos:


Empiezo con el que considero “más grave”. Hace unos meses se nos reveló que los famosos archivos secretos apenas habían sido producto de la enajenación mental de Noiret y que por tanto, nada de lo que nos habían contado había pasado. Este hecho me molestó muchísimo. Se acerca bastante a aquel famoso final de “Los Serrano”, en el que todo era un sueño de Diego. Y todo esto, ¿por qué? Entre otras cosas para no meter la pata con la fuga de la serie de Ana de Armas. Bien, era previsible que eso pasara tarde o temprano, por tanto, deberían haber tenido un plan B. O lo mejor de todo, no haber hecho nunca esos Archivos. Desde mi punto de vista considero que le quitaban emoción a la serie al saber que todos sobrevivían, excepto Iván, que nunca salió. Es mejor (más suspense) el no saberlo, obviamente, pero desde luego fue un tema que no consiguieron resolver correctamente y que provocó cierta desconfianza ante el futuro de la serie y su supuesta planificación narrativa.

Bajada de ritmo, de suspense y aumento de la previsibilidad. Los primeros episodios de esta tanda de capítulos fueron demasiado simplones, apenas pasaba lo que Antena 3 emitía en la nota de prensa... Si esto fuera “Ana y los siete” daría igual, pero al tratarse de una serie de misterio lo que se espera es suspense y sorpresas. Y escasearon bastante. Parece que una vez sabido que los nazis estaban detrás de todo, no quedaban más temas misteriosos e intentaron liarlo todo un poco más... Con grandes huecos cubiertos con las trastadas de los niños, demasiados minutos para ellos teniendo en cuenta la bajada de ritmo que supone y la poca importancia de su trama (celebro que esta noche por lo menos puedan provocar una pandemia).

La comparaciones son odiosas y “El Internado” no debe intentar ser “Lost”, debe tener su propia identidad. Es por eso que me molestó mucho que capítulos atrás la serie nacional copiara plano por plano la escena de la escotilla isleña. No, no digo que “El Internado” no tenga derecho a tener escotilla con luz y todo, esto incluso lo puedo entender como guiño, si quieres. Lo que me molestó es que imitaran la escena por completo. No hacía falta que Marcos mirara por la escotilla como Locke y Jack y la cámara fuera bajando por el tubo y que por si fuera poco, fuera el final del capítulo. Por lo menos, que los productores y guionistas no nieguen que se vieron unas cuantas veces el final de la primera temporada de “Lost”... Por cierto, he buscado por youtube para poner la comparativa y no he encontrado la escena del internado... si alguien la encuentra, que me avise ;)

Sustos, sustos... ¿dónde estáis? Recuerdo aún la primera temporada, cómo me hacía estar en tensión... incluso se me quemó una tortilla siguiendo una escena... Ahora casi puedes ir al baño y volver que no ha cambiado demasiado la cosa. Sí, de acuerdo, los últimos episodios han sido trepidantes y con mucha acción. Los he disfrutado. Pero sigo echando en falta ese miedo a los desconocido. Todo es demasiado conocido ya. Y no, a mi Eva no me da miedo y no soy difícil de asustar. Prefiero puertas que se cierran solas aparentemente y cintas que se ponen en marcha por su cuenta. O mejor aún, ojos de Paula en blanco. Dicen que eso lo retomarán... El problema es que lo han dicho y me lo espero. Por tanto... ahora viene la siguiente queja...

Mutis!!!! ¿Aprenderán a no cargarse la emoción? Del capítulo de esta noche sé que mueren dos, que uno no es Roque ...¡Porque el propio actor lo ha dicho! Al final resulta que morirá la profe de danza que sólo ha dicho una frase en toda la temporada y el guardabosques... (celebraría que no fuera así, está claro) Y voy al último punto...

¿Por qué ese miedo a matar personajes principales? De los importantes, creo que sólo Cayetano fue muerte sorpresa y hablo de la 1ª temporada. El resto, crónica de una muerte anunciada: el supuesto “muertohastaquenadiedigalacontrario” Luis Merlo, que lo dejó por hacer teatro y descansar y Ana de Armas, por dar el salto hollywoodiense (por cierto, ¿alguien ha notado su ausencia? Nunca pensé que sería un personaje tan sumamente prescindible...). El resto, secundarios. Necesito padecer por los protagonistas, pero como nunca les pasa nada sin previo aviso por radio patio, pues estoy impasible. Sólo sufro por Fermín, las cosas como son, pero porque si se lo cargan, la vidilla de acción de la serie se va al traste. Nunca pensé que el cocinillas llegará a ser tan esencial. Bueno, y aquí ya opinión personal, Iván, que como mínimo intentó cargarse a su padre (ay... si los guionistas hubieran permitido que ni que fuera le diera en el hombro...). Y hablando de su padre, un Noiret venido a menos le quita la gracia a la serie. Noiret ha de ser un cabronazo y no el segundo de Hugo, que no acaba de colar como malote...


En fin, ésta es mi visión de lo que ha sido la sexta temporada de “El Internado”. Realmente es una serie a la que le tengo cariño, pero que dado el bajón, sólo espero que la séptima temporada nos dé un final digno a esta serie, la que pudo ser y que por culpa de convertirse en gallina de los huevos de oro y ser alargada hasta la saciedad, no lo será. Lástima.

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