sábado, 13 de marzo de 2010

Ben Linus, querido villano


A continuación presento un texto a medio camino entre el homenaje y el retrato psicológico de uno de los personajes más fascinantes de la ficción televisiva. Hacía tiempo que deseaba escribir sobre él, tal y como anuncié en post anteriores. “Dr. Linus” sólo me ha dado los últimos elementos que necesitaba para realizarlo.

***

“Y fue en esta isla donde todo cambió, donde todo quedó finalmente aclarado. Donde Napoleón se enfrentó a su mayor reto... porque su exilio no fue lo peor de su destino. Lo que realmente fue devastador para él fue la pérdida de su poder. Sí, le permitieron quedarse con el título de emperador, pero sin ningún poder, no significa nada. Le hubiese dado lo mismo estar muerto”

Creo que nada a esta alturas puede resumir la evolución de Benjamin Linus a lo largo de “Lost” mejor que esta lección Napoleónica dada por su alter ego, el Dr. Linus. Y es que en este capítulo hemos podido ver a Ben sin ningún tipo de máscara y hemos visto quién había detrás de ese villano maquiavélico, manipulador, mentiroso. Y sólo hay un hombre solo, incomprendido, decepcionado, triste y sinceramente arrepentido. Este cambio en Ben empezó -o lo empezamos a percibir- en el capítulo de “Dead is dead”, de la temporada pasada,-aunque en realidad todo fue diferente a raiz de la muerte de Alex- y culminó en el séptimo capítulo de la sexta temporada. A primera vista puede parecer un cambio brusco, o difícil de justificar, pero no, nada más lejos de la realidad. En la realidad alternativa vemos como hubiera sido su vida si no hubiera permanecido en la Isla. Y como el propio Michael Emerson describió, vemos a un Ben con los mismo rasgos, pero en diferentes proporciones. Y éste es el verdadero Ben. El maquiavélico de la Isla es producto del maltrato psicológico de su padre, de su lucha por integrarse en los Otros, de ser aceptado por ellos, matando incluso a toda la iniciativa Dharma para demostrarlo, de sentir que pertenece a la Isla -por eso sus mentiras a los 'losties' sobre su origen- y demostrar que él quiere más que nadie ese trozo de tierra... y demostrárselo a Jacob. Ben ha buscado toda su vida contentar a esa especie de semi-dios. Ha confiado en él ciegamente, pero Jacob ni siquiera se mostró ante él hasta el día del asesinato de la deidad. Ben confió que Jacob no permitiría la muerte de Alex (algo que ya ocurrió en el bíblico relato de “el sacrificio de Isaac”), pero no fue así, como dijo Widmore años atrás. Y fue este punto el que marcó un antes y un después en Ben. Le dieron a elegir entre su hija (porque aunque no sea biológica, creo que a día de hoy es difícil negar que no la considerara como tal) y el poder, la isla, y eligió lo último. Su arrepentimiento al respecto es la escena de ficción televisiva que más lágrimas me ha hecho derramar jamás. Ver a ese Ben seguro, el que siempre tenía un plan, derrumbarse ante Ilana... es imposible describirlo. Michael Emerson se merece sólo por esa escena todos los premios habidos y por haber, es insuperable. Dejo la escena en versión original, porque ver como se rompe su voz no tiene precio:





No puedo evitar preguntarme, quizás como el propio Ben, por qué Jacob no escoge a nuestro querido Linus de sucesor. Me da igual que ya hubiera sido tachado como candidato, ¿qué tal si lo reconsideramos? Nadie ha sacrificado más cosas por la Isla que él. Es más, puede que anteriormente sus ansias de poder y de dominio fueran negativas para el cargo, pero ahora no cabe duda que Ben ha cambiado, se merece otra oportunidad. Pero después de reconocer que lo que realmente había querido toda su vida era su hija quizás no sea la Isla su mejor regalo... Jacob aún tenía, según Miles, ciertas esperanzas en él, Ben ha demostrado mucho ¿Por qué no compensarle? Y aquí es donde parece la realidad alternativa tomar sentido, es la segunda oportunidad de Linus, una vida en la que la Isla apenas es un recuerdo de niñez, es un simple profesor ninguneado por su superior, aunque con mucho talento y buen hacer con sus alumnos, especialmente con Alex. Y en esta realidad, en la que sería más fácil escoger el poder, se decanta por Alex. Y pese a no conseguir el puesto de director se siente orgulloso de sus actos.

La redención de Ben ha sido alcanzada. Tarde o temprano el telón se bajará para el personaje que más momentos para el recuerdo nos ha dado. Ojalá antes de morir tenga como Juliet, una visión de su otra vida y pueda dejarnos con una sonrisa. La misma que a nosotros se nos dibujará al recordar frases como: “¿Tenéis un poco de leche?” o “¿Cuantas veces tengo que decírtelo John? ¡Yo siempre tengo un plan!”

Video homenaje realizado por la ABC tremendamente acertado:

1 comentario:

Àlex Cubero dijo...

Sin duda, mi personaje predilecto a lo largo de seis temporadas...