domingo, 21 de febrero de 2010

La infantilización del Prime Time

22.30 h (o más tarde). Te dispones a ver algunas de las series españolas que se emiten cada noche. ¿Y qué te encuentras? ¡Niños por doquier! ¿Perdona? ¿Pero la hora de protección infantil no acabó a las 21h? ¿A esa hora los críos de 6-8 años no deberían estar en la cama? Aunque el problema en sí no son la aparición de niños en las series, si no las tramas que se les dan, vacías de contenido, absurdas y que aportan 0 a la acción que se desarrolla. Pocas veces su presencia ayuda a avanzar, si no más bien corta la acción y sirven de relleno. Y no, no estoy en contra de las comedias familiares, creo que deben haber, pues es un género más de ficción y el público tiene derecho a escogerlo si así lo desea. El problema es que las cadenas pretenden colgar la etiqueta de familiar a absolutamente todas las series que emiten, por aquello de tener un amplio target comercial y nunca se arriesgan a hacer una serie puramente destinada al público adulto. Y con eso no me refiero a contenido plagado de sexo y violencia, si no simplemente que las tramas sean algo más atrevidas y no aguantar diálogos del tipo “Pepito me ha quitado la pelota, ¡jopelineeees!”.


No deja de ser sorprendente que los programas emitidos en el Prime Time parezcan más destinados a los pequeños de la casa que aquellos que se emiten por la tarde (veáse “Sálvame”, pero también “El diario de Patricia” o “España directo”, que no se ‘salva’ nadie). Pero mi crítica no va destinada a la calidad de estos programas (si hay niños en casa, también debería haber un adulto que controlara lo que está viendo, la tele no es una niñera), si no a lo incongruente que pueda llegar a resultar una parrilla televisiva. ¿Contenido adulto por la tarde e infantil por la noche? ¿Nos hemos vuelto todos locos?


Creo, además, que de cara la fragmentación de audiencia que están sufriendo las cadenas con la llegada de la TDT, deberían potenciar no tanto el ser líderes de audiencia total, si no intentar conseguir liderar el target al que desean llegar. De esta manera la audiencia sería más dispersa, en efecto, pero publicitariamente las cadenas saldrían ganando. Si enfrentamos una comedia familiar a una serie tipo thriller, estamos enfrentando un público diferente, con lo cuál la publicidad a repartir es diferente y si conseguimos liderar ese target, habremos ganado, aunque al final no haya liderado la audiencia ni uno ni otro, si no el reality de turno (¡para qué engañarnos!). Este sistema hace tiempo que funciona en EE. UU. y creo que no va nada mal. Allí las series están mucho más definidas y son más atrevidas porque, entre otras cosas, no tienen tanta responsabilidad como aquí de barrer en audiencia. En momentos de cambio como el que estamos sufriendo ahora, quizás no sea mala idea fijarnos en las estrategias del otro lado del charco, ¿no? Al fin y al cabo, tienen una experiencia más larga que nosotros en televisión y alguna cosa aún nos pueden enseñar.


1 comentario:

agatabcn85 dijo...

Nena, somos uno de los pocos países en los que las cadenas luchan por la audiencia todos contra todos, como nos comentaba mi profesora hace unos días, en otros países hay contraprogramación de una cadena a otra en concreto, no esto de todos contra todos!!! Si es que habría que abrir un poco la mente y el panorama televisivo :D