
Tengo que reconocer también que al saber el título de este episodio, What They Died For, pensé que habría una verdadera carnicería en la isla, siguiendo la estela de The Candidate. En parte me equivoqué, aunque muertos ha habido y uno de ellos muy 'deseado" por mi. Un comentario algo gore, la verdad, pero estaba esperando desde hace tiempo que ocurriera. Pero no me voy a adelantar a los acontecimientos. Vayamos por partes...
El penúltimo capítulo de Lost (cómo duele decir esto) empieza con un ojo abriéndose (¿quizás el último de la serie?) que, cómo no, pertenece a Jack. Vemos una escena familiar, con su hijo y su hermanastra Claire desayunando. David le recuerda el concierto de esa noche, evento que a lo largo del capítulo pasará de ser anecdótico a crucial en el desenlace de la serie. Aunque en ese momento lo que llama más la atención es la extraña herida de Jack en el cuello. Todo apunta a que tiene algo que ver con la realidad isleña, pero es una herida que aún no se ha hecho tampoco en la línia temporal veterana... ¿Durará poco Jack en su nuevo cargo y morirá por una herida en el cuello?
Por si fuera poco, Jack recibe la llamada que esperaba: han encontrado el cadáver de su padre. Pero al otro lado de la línia no hay un operario de Oceanic, si no ¡Desmond! Y parafraseando a la madre de Hugo, le diría a Desmond: No te entiendo, pero te creo. Me parece increíble la que está montando nuestro escocés, parece que quiere juntar a todos los losties en el mismo lugar... ¿pero para hacer qué? Confío en lo que vaya a hacer, pero me es imposible imaginar cómo se van a desarrollar los siguientes acontecimientos en esta realidad.
Mientras, en la Isla, Jack, Kate, Sawyer y Hugo están destrozados por la muerte de Jin, Sun y Sayid. Pero, ¿y Lapidus? Vale, no eran íntimos, pero... no cuesta tanto pensar en él, ¿no? A continuación vemos a Jack cosiendo la herida a Kate, un homenaje en toda regla al episodio piloto, dónde la escena ocurría al revés. Me gusta que en esta sexta temporada se puedan ver autohomenajes de la serie. Son pequeños detalles que consiguen emocionar.
Pero antes que nos emocionemos demasiado, volvemos a ver a Desmond en su coche calentando motores ¡para volver a atropellar a Locke! ¡¡¡¡¿¿¿¿Otra vez?????!!!! Pero no, ¡ahí está Ben para evitarlo! ahora, mejor que no hubiera preguntado a Desmond por su identidad... P
orque si pensábamos que en esta realidad Ben no recibiría... estábamos equivocados. Le da una paliza en toda regla, mientras, un Ben en shock empieza a recordar palizas de otra realidad. No es por nada, pero esta escena es incluso cómica, porque ¿hay algún personaje que haya recibido más hostias que él? No lo creo... así que, qué mejor forma de recordar, que hacer referencia a algo que era habitual en su otra realidad. Como curiosidad, Michael Emerson recibió realmente un puñetazo por parte de Henry Ian Cursik, el actor que hace de Desmond, al despistarse éste en la coreografía de golpes, dejando el ojo morado a Emerson. ¡Pobre! ¡Tanto golpe, tanto golpe, que al final recibió de verdad! Y claro, en la otra realidad no tiene -raramente- el ojo morado, así que a las maquilladoras por una vez les tocó disimular (y no pintar, como era normal) un morado a Emerson. Y si nos fijamos un poco, en algunas escenas se aprecia un ligero tono morado...


Mientras recogen la dinamita al más puro estilo Ocean’s Eleven, descubren que hay alguien más en la casa. ¡¡Widmore!! Por fin los eternos enemigos frente a frente. Widmore no pierde el tiempo en chulear ante Ben, recordándole que va “tres pasos por delante de él”. Y a Ben eso no le sienta nada, nada bien. Pero “Locke” está en camino, así que Widmore y Zoe se enconden en el armario secreto de Ben, Miles sale por patas, walkie talkie en mano para comunicarse con Ben (detalle que no hay que olvidar) y el propio Ben y Richard salen al encuentro de Smokey, el cuál, en un plis, se saca del medio a Richard (Richard no ha muerto así, ¿verdad? Porque para alguien inmortal es una muerte cutre...). Ben le espera sentado en el porche, esperando vivir, o esperando morir. Smokey, ya con forma de Locke, se sienta a su lado y parecen llegar de nuevo a un acuerdo en el que Ben se quedaría la Isla. Ben ya rechazó esto una vez, ¿por qué acepta ahora? La variante de la ecuación se llama Widmore y deseo de venganza. Ben muestra a “Locke” donde está escondido, se carga a Zoe y Ben espera ansioso que se cargue a Widmore, pero el magnate y “Locke” intercambian palabras sobre porqué el inglés está en la isla y la función de Desmond, todo a cambio de no matar a Penny. Widmore le quiere contar 'un secretito' a “Locke” y no quiere que Ben se entere. Widmore, Widmore... parece que no conozcas a Ben... porque 0,05 segundos después unas cuantas balas acaban con su vida. Mentiría si dijera que no he estado deseando este momento desde que Keamy matara a Alex... En esta batalla, yo me situé en el bando Ben, y sólo perdoné un poco a Widmore cuándo éste ayudó a Locke después de salir de la isla. Pero aún así... ¡Bravo Ben!

Y dando un salto de realidad, volvemos a tener una imagen de Ben herido delante de un espejo, un Ben físicamente “Typical Island”, pero no, es el bueno del Dr. Linus. Parece que no para de darle vueltas al mensaje de Desmond (“dejarlo atrás”), el cual le transmite a Locke. Y esas palabras hacen mella en Locke, planteándose la operación que le ofreció Jack... Por otro lado, ¡sorpresa! Desmond se entrega en la comisaría de Sawyer y Miles, y se reúne en los calabozos con Sayid y Kate... ¿Por qué? No tardaremos en saberlo, pero Sawyer y Miles se van de concierto, allí estará Charlotte... Y Desmond ha ideado un plan de fuga, comprando a la poli Ana Lucía y con la colaboración de Hugo. Todo con una condición: ir al famoso concierto. Soy yo... ¿o va a haber un reencuentro bestial? ¿qué pasa si coinciden todos en el mismo lugar? ¿qué consecuencias tendrá? ¿Estará Juliet como madre de David? ¿Se tomará el famoso café con Sawyer? Espero y deseo que así sea.
En la Isla, Jacob ha decidido reunir a sus pocos candidatos vivos. Y alrededor del fuego ocurre una de las mejores escenas. En lo que tarden en arder las cenizas de Jacob, ha de haber un nuevo protector de la Isla. Me gusta que Jacob se deje preguntar por sus candidatos, y aplaudí que fueran respuestas tan naturales y lógicas, como la de Kate. Para mi es la diferencia entre Across the Sea y este episodio. Se puede responder a las preguntas y se puede hacer desde la Isla y porque vengan a cuento. El capítulo anterior yo lo hubiera resumido e incluido a modo de flashbacks en éste, durante esta escena.

Al otro lado de la realidad somos testigos de un momento tierno y bonito, algo que en la biografía de Ben no es muy habitual. Y es que después de que Alex se preocupe por él (¡como pueden hacerle daño al hombre más bueno del mundo!), se ofrece a llevarlo a casa en el coche de su madre. Y ahí está Danielle Rousseau, quien decide “secuestrar” al maestro e invitarlo a cenar. Danielle le agradece a Ben como trata a su hija, ya que ésta le considera como un padre, a lo que Dr. Linus no puede evitar emocionarse. Danielle se enternece y... oooooh ¡si las miradas hablaran! Me gustó esta unión, porque siempre pensé –en mi mundo de yupi , todo sea dicho jajaja- que se podrían haber juntado y criar juntos a Alex, la primera por madre natural y el segundo porque siempre se comportó como tal. Y ahora resulta que esto va a ser posible. Sinceramente, pase lo que pase en el final, espero que este aspecto no cambie, porque me encantó y creo que es el mejor final para Ben.

Cuando los dos llegan al pozo se dan cuenta que Desmond no está, alguien lo ha ayudado a salir (¡¿quién narices lo ha hecho?!). Pero Locke ya no quiere matarlo, si no usarlo para destruir la isla. (¿has oido Ben? Por si aún dudabas sobre unirte al lado oscuro, no creo que te quede Isla que heredar si dejas actuar a este energúmeno...). Pero... ¿ganará “Locke” la batalla y por eso la isla está hundida en la realidad alternativa?
Y aquí se pone punto y final al penúltimo episodio de Lost. Un capítulo sin una centricidad exclusiva, pero donde el peso de los personajes de Jack, Desmond, Locke y Ben ha sido importante, aportando un plus de interés e intensidad básicos para encarar el final. Ahora las fichas ya están colocadas en el tablero, ya tenemos las base del final. Sólo queda jugar la última partida. Y este episodio se ha comportado como buen telonero, dejando la acción en alto y provocando una sensación de nervios, ansias y algo de tristeza y melancolía entre los seguidores. Porque señores, esto se acaba. El día ha llegado. Este domingo-lunes la partida acabará para siempre. Pero esperemos que nos deje muuuuuchoooo material para comentar, y sí, para comernos las cabeza durante unos días, semanas o incluso meses.
Ahora sólo queda disfrutar por última vez de la sensación de incertidumbre y dejarnos llevar.
¡Nos vemos en la nueva era post-Lost!
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