El esperado final de la serie se acerca. Queda menos de 24 horas para los estadounidenses, 48 para los peninsulares piratas y los que tengan Digital + y 8 días para los que esperen a Cuatro y Fox. Los spoilers empiezan a inundar la red, ya se ha filtrado medio capítulo y “promos” con imágenes inéditas. Unos las buscan para calmar “el mono”, mientras otros se han desconectado el cable de internet para que nadie le chafe el primer capítulo de la última temporada. Se dice que incluso Obama cambió el dia del discurso del Estado de la Nación para no coincidir con este evento mundial. ¿Pero qué tiene esta serie que la hace tan especial? Yo, apenas un año atrás me hice la misma pregunta y como Samanta Villar a lo 21 días (sin porno, entiéndase), me dispuse a echarle un ojo. A día de hoy, queda evidente que no superé con éxito esos 21 días: me enganché sin remedio. Aún así, espero que pese a mi falta de objetividad en el tema (la perdí en el Piloto, diría yo), pueda intentar descifrar esa fórmula de Lost, pese a que sea posiblemente más difícil de averiguar que la de la Coca Cola.
- Temas universales: Porque no, no va de unos náufragos que se estrellan en una isla desierta un poco rara. Es mucho más que eso. Habla del perdón, de la redención, de la vida y la muerte, de la fe y la ciencia, del destino. Pero sobretodo, habla de las personas.
- Misterio: porque evidentemente, todos esos temas no tendrían gracia sin esas dosis de intriga y acción. Es lo que hace que todos sus seguidores se coman (nos comamos) la cabeza. Es el culpable de innumerables blogs y webs, teniéndo como colofón final su propia enciclopedia on-line: Lostpedia. ¡Está claro que quien se pierde es porque quiere!
- Guión sólido: Es de agradecer la escasez de capítulos relleno a lo largo de las 5 temporadas emitidas. Es más, cuando empezaron a aparecer (véase, tatuajes de Jack o esos “fantásticos” 40 minutos dedicados a Nikki y Paulo), los productores y guionistas decidieron sí o sí poner fecha al fin de la serie. Y vamos si pusieron el turbo, la 4ª y la 5ª temporada puede dejar sin respiración a más de uno. El simple hecho de tener una fecha de caducidad ha provocado una mayor seguridad al espectador, ya que se va hacia algún lugar, hay un mínimo planning hecho por primera vez en mucho tiempo en una serie, ¡viva!
- Complejidad argumental: De acuerdo, este punto quizás pesó un poco en la audiencia y algunos “dimitieron”, dejaron de verla. Pero los que siguieron...¡a esos no los echan ni con agua ardiendo! A mi, personalmente, es lo que más me gusta: ¡hay que ejercitar el cerebro señores!
- Riesgo narrativo: Pasar del flashback al flashforward fue un giro inesperado. Del flashforward a los viajes en el tiempo, una genial locura. ¿Y ahora? ¿Realidades paralelas quizás? Sea como sea, no es fácil meter ciertos rescursos sin saber si la audiencia los aceptará. Pero Damon Lindelof y Carlton Cuse se tiraron a la piscina, y no sólo estaba llena, si no que todos estábamos dentro pasándolo la mar de bien.
- Reparto coral: Hay personajes para todos los gustos, nacionalidades y edades diversas. Es fácil sentirse identificado con alguno de ellos. Están muy bien trabajados y son complejos psicológicamente (mmm...creo que me ha quedado un poco rollo anuncio de contactos). Pero ¡ojo! No te encariñes demasiado, en “Lost” nunca sabes cuándo les puede llegar la hora, no hay miramiento a la hora de matarlos. Hoy le puede tocar al tuyo.
- Benjamin Linus: Permitidme esta pequeña licencia, y es que le voy a dedicar el último punto a uno de los personajes que considero más clave de la serie (vale, de acuerdo, ¡es mi preferido! ¡me fascina!). Entró sin hacer ruido (bueno, es un decir) en la segunda temporada y se quedó. Sus mentiras y manipulaciones cautivan al público, al que siempre consigue despistar y nunca sabe qué pensar de él: ¿es malo? ¿o no tanto? En ese sentido representa el espíritu de la serie, ya que nunca está claro “quienes son los buenos”. Y quizás esa es la gracia, pues fruto de ello, Ben tan pronto puede provocar rabia y odio, como también pena y compasión (decidme si no, que os pasó por la cabeza en los últimos episodios de la 5ª). Tiene una lengua viperina y sabe usar el lenguaje como unos puños jamás conseguirían. Puños que por cierto él ya ha provado una infinidad de veces (¡imposible llevar la cuenta!). Michael Emerson se encuentra detrás de nuestro Ben y sus actuaciones son de las mejores de la televisión. Un Emmy y una nominación a los Globos de Oro se quedan cortos con el gran trabajo que nos ofrece cada semana... Y aquí lo dejo, porque si no me enrollo demasiado. Ya le llegará pronto alguna entrada dedicada en exclusiva.
¿Són estos los puntos básicos del éxito de Lost? ¿Falta alguno? ¿Sobra alguno? ¿O son otros? Quizás eso nunca lo sabremos. Pero dentro de muy poquito, otras respuestas, las de la serie, empezarán a ver a luz. Y nos gustará más o menos el final, pero si esta temporada sigue la estela de las anteriores, no decepcionará. Yo confío. ¿Y tú?
- Temas universales: Porque no, no va de unos náufragos que se estrellan en una isla desierta un poco rara. Es mucho más que eso. Habla del perdón, de la redención, de la vida y la muerte, de la fe y la ciencia, del destino. Pero sobretodo, habla de las personas.
- Misterio: porque evidentemente, todos esos temas no tendrían gracia sin esas dosis de intriga y acción. Es lo que hace que todos sus seguidores se coman (nos comamos) la cabeza. Es el culpable de innumerables blogs y webs, teniéndo como colofón final su propia enciclopedia on-line: Lostpedia. ¡Está claro que quien se pierde es porque quiere!
- Guión sólido: Es de agradecer la escasez de capítulos relleno a lo largo de las 5 temporadas emitidas. Es más, cuando empezaron a aparecer (véase, tatuajes de Jack o esos “fantásticos” 40 minutos dedicados a Nikki y Paulo), los productores y guionistas decidieron sí o sí poner fecha al fin de la serie. Y vamos si pusieron el turbo, la 4ª y la 5ª temporada puede dejar sin respiración a más de uno. El simple hecho de tener una fecha de caducidad ha provocado una mayor seguridad al espectador, ya que se va hacia algún lugar, hay un mínimo planning hecho por primera vez en mucho tiempo en una serie, ¡viva!
- Complejidad argumental: De acuerdo, este punto quizás pesó un poco en la audiencia y algunos “dimitieron”, dejaron de verla. Pero los que siguieron...¡a esos no los echan ni con agua ardiendo! A mi, personalmente, es lo que más me gusta: ¡hay que ejercitar el cerebro señores!
- Riesgo narrativo: Pasar del flashback al flashforward fue un giro inesperado. Del flashforward a los viajes en el tiempo, una genial locura. ¿Y ahora? ¿Realidades paralelas quizás? Sea como sea, no es fácil meter ciertos rescursos sin saber si la audiencia los aceptará. Pero Damon Lindelof y Carlton Cuse se tiraron a la piscina, y no sólo estaba llena, si no que todos estábamos dentro pasándolo la mar de bien.
- Reparto coral: Hay personajes para todos los gustos, nacionalidades y edades diversas. Es fácil sentirse identificado con alguno de ellos. Están muy bien trabajados y son complejos psicológicamente (mmm...creo que me ha quedado un poco rollo anuncio de contactos). Pero ¡ojo! No te encariñes demasiado, en “Lost” nunca sabes cuándo les puede llegar la hora, no hay miramiento a la hora de matarlos. Hoy le puede tocar al tuyo.
- Benjamin Linus: Permitidme esta pequeña licencia, y es que le voy a dedicar el último punto a uno de los personajes que considero más clave de la serie (vale, de acuerdo, ¡es mi preferido! ¡me fascina!). Entró sin hacer ruido (bueno, es un decir) en la segunda temporada y se quedó. Sus mentiras y manipulaciones cautivan al público, al que siempre consigue despistar y nunca sabe qué pensar de él: ¿es malo? ¿o no tanto? En ese sentido representa el espíritu de la serie, ya que nunca está claro “quienes son los buenos”. Y quizás esa es la gracia, pues fruto de ello, Ben tan pronto puede provocar rabia y odio, como también pena y compasión (decidme si no, que os pasó por la cabeza en los últimos episodios de la 5ª). Tiene una lengua viperina y sabe usar el lenguaje como unos puños jamás conseguirían. Puños que por cierto él ya ha provado una infinidad de veces (¡imposible llevar la cuenta!). Michael Emerson se encuentra detrás de nuestro Ben y sus actuaciones son de las mejores de la televisión. Un Emmy y una nominación a los Globos de Oro se quedan cortos con el gran trabajo que nos ofrece cada semana... Y aquí lo dejo, porque si no me enrollo demasiado. Ya le llegará pronto alguna entrada dedicada en exclusiva.
¿Són estos los puntos básicos del éxito de Lost? ¿Falta alguno? ¿Sobra alguno? ¿O son otros? Quizás eso nunca lo sabremos. Pero dentro de muy poquito, otras respuestas, las de la serie, empezarán a ver a luz. Y nos gustará más o menos el final, pero si esta temporada sigue la estela de las anteriores, no decepcionará. Yo confío. ¿Y tú?
2 comentarios:
Hola,
Acabo de descubrir tu blog y me gusta. Creo que me voy a quedar, si me lo permites, un tiempo por aquí.
Veo que en cuanto a gustos televisivos somos como la noche y el día, no suelo aguantar fiel a una serie más de una temporada, y eso si la termino, y no me gustan los reality show.
Supongo que es por esto que tu blog me ha llamado la atención.
Sobre la serie Lost solo te diré que hdespués de verano vi un par de capítulos de la cuarta o quinta temporada, precedida por un resumen de más de una hora de la serie y estuve a punto de engancharme. Pero no, yo sigo fiel a mi modus vivendi y finalmente decidí que no valía la pena ver una serie que inevitablemente dejaría colgada antes de llegar al final.
Asi que espero ansioso tus comentarios sobre el final de la misma.
saludos
Taltos
Ante todo, muchas gracias Taltos, me alegro que te haya gustado.
Por Lost, no te preocupes, que aquí encontrarás más de un comentario de la 6ª temporada ;)
Y nada, si algún día te planteas cambiar tus hábitos y empezar a fidelizar alguna serie, ya sabes con cuál empezar! (pero mejor por el principio jeje)
Un saludo!
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