
Flashforward es una serie que triunfó en sus primeros episodios precisamente por las expectativas que se habían creado ante su estreno. Muchos la calificaban como la sucesora de Lost, empezando posiblemente por la propia cadena que emite la serie en EE. UU, la ABC. Ante el inminente final de la serie de culto mundial, son muchos los estrenos de esta temporada a los que les han colgado la etiqueta de “sucesoras” (incluso a The Pacific y aún me pregunto el motivo) y no creo que les haya beneficiado demasiado. La peor parte desde luego se la ha llevado Flashforward. Sin haber visto aún la nueva tanda de episodios post parón, para mi Flashforward es una buena serie. No una obra maestra, evidentemente, puesto que tiene muchos fallos, el mayor para mi que en tan pocos episodios emitidos ya hubiera alguno “relleno”. Pero por lo demás es una buena serie policíaca que gira en torno a un misterio que se basa en que toda la población mundial se desmayara a la vez y viera su futuro. Y quizás lo único comparable a Lost es que sea una ficción de misterio y haya 'flashforwards'. Nada más. Es una serie que podría haberse vendido sin la dichosa etiqueta y que posiblemente no hubiera rebentado en audiencia en su episodio piloto, pero no hubiera habido la sensación de decepción de muchos espectadores que esperando ver “Lost 2”, se sintieron engañados (“Bah! Pero si es policíaca!” fue uno de los comentarios más repetidos) y dejaron de verla.
En su retorno no para de tocar fondo de audiencia, y mucho me temo que tendremos que dar gracias los pocos fieles que quedamos de poderla ver finalizar. Por si acaso, tengo la novela en la que se basa la serie en casa. Quizás sea la única manera de conocer el verdadero “the end” de la historia.
Y la que también está sufriendo “en sus carnes” las consecuencias de las altas espectativas es la propia Lost. Esta semana se ha llegado al ecuador de la última temporada y los ánimos entre los fans son bastante contradictorios. Los hay que la siguien confiando ciégamente en los guionistas, 'los Ilana o Hugo' de turno; y luego están los decepcionados que tienen continuas “crisis de fe”, 'los Richard o Ben'. Por último estan 'los Sun', a los que sólo les importa encontrar a “su marido”, o lo que sería lo mismo, que cada oveja acabe con su pareja porque lo que seria las otras temáticas de la serie hace tiempo que las dejaron de entender.
El problema de esta última temporada es precisamente que es la última. No paro de leer y escuchar comentarios del tipo: “Si no fuera un capítulo de la sexta temporada me gustaría, pero es de la última y faltan respuestas, así que no me gusta”. Quizás sea una valoración demasiado simplista de la serie, teniendo en cuenta que Lost es de todo menos simple. Posiblemente lo mejor sería dejarse llevar, no cuestionar nada y olvidarnos un poco de teorizar, pero después de 5 temporadas haciéndolo, es complicado quitarse el vicio. Por mi parte quizás hecho de menos mayores sorpresas, tanto narrativas (ese “The Constant”...) y de guión como visuales, algo que sí me dio la que para mi es la mejor temporada, la quinta. También creo que no le beneficia que los grupos estén tan divididos durante tanto tiempo y los capítulos se centren demasiado en un personaje, dejando constantemente de lado otros que anteriores temporadas habían sido su motor (no diré nombres, pero seguro que sabéis quienes son). En cambio, en cuanto a respuestas, creo que no va mal el tema, van dando unas cuantas por capítulo, aunque no todas tan explícitas como muchos querrían. Otra cosa es que nos gusten esas respuestas y/o nos decepcionen (lo siento, sé que a muchos les ha entusiasmado, pero a mi me decepcionó la historia de Richard, demasiado simple para lo místico del personaje). Mi punto de vista es curioso, puesto que además de lo que busca la mayoría, respuestas, quiero que el capítulo me lo haga pasar bien, me haga disfrutar y, de paso, me deje con la boca abierta. Yo no cambio emotividad y/o acción por respuestas. En todo caso quiero que las respuestas fluyan por si solas, sin necesidad de grandes flashbacks. Y me gusta esta sexta temporada, sólo que Lost se ha puesto a si misma la expectativas demasiado altas, y cuando ya has tocado el techo de la perfección, es casi imposible repetirlo. Y si no, que se lo pregunten al Barça de Guardiola.